
Mi nombre es Molo, Yosike Molo.
Marta decía que aquella era una noche estupenda para escuchar el “guaña-guaña” de las pardelas. Nos llevó en excursión de luna llena hacia uno de los acantilados de la isla, donde estas aves marinas ensayarían a coro su canto nocturno. Nos escondimos entre las rocas, quietos y calladísimos, esperando a que de un momento a otro empezase el gran jolgorio. Pasaron los minutos y nada. Las aves seguían ahí, dormitando sobre el mar y sin abrir el pico. Había que tener paciencia. Finalmente, al cabo de un buen rato, una pardela gritó “guañaguá”. Fue un solo grito, el único grito en toda la noche, enérgico y vivo como el llanto de un bebé.
Marta tenía razón. Aquella era una noche estupenda para escuchar el “guaña-guaña” de las pardelas, sólo que ellas no consiguieron ponerse de acuerdo para comenzar el concierto.
Zumba, rebuzna, ornea, rozna,
berrea, ulula, relincha, chozpa,
bala, gruñe, chirría, crotora,
grazna, grajea, urajea, vozna,
aúlla,
barrita, cacarea, cloquea, canta,
maúlla, bufa, ronronea, maya,
ruge, otila, carretea,
chilla, trina, gorjea, piola, gorgorita, arrulla,
zurea, cantalea, habla, himpla,
grazna, gluglutea, cuchichea,
titea, ajea, serra, ladra, gañe, late,
pía, croa, groa,
brama, silba, aturnea, remudia,
muge, por favor,
que llevo demasiado tiempo callado.
Fue en el despacho del director de la sucursal. Yo estaba sentado a la derecha del notario y enfrente mío estaba la parte vendedora. Tuve que repetir una vez más la firma que aparece en mi DNI, que ahora andaba por ahí en alguna fotocopiadora. Después el señor director me estrechó la mano y cuando se giró para dejar el original firmado encima de su mesa, me percaté que por debajo del pantalón le asomaba una larga cola de diablo.
Transcribo texto integro de octavilla recogida a la salida del metro Lavapiés:
GRAN ILUSTRE VIDENTE MÁGICO AFRICANO. Con rapidez, eficacia, garantía y discreción. El maestro chaman africano, gran medium espiritual, mágico, con poderes naturales y experiencia en todos los campos de alta magia africanos. Resuelve todo tipo de problemas y dificultades, por difícil que sea: enfermedades crónicas, judiciales, matrimoniales, conocedor de los secretos, protección, depresión, mal de ojo, limpieza, suerte, juegos de azar, romper ligadura, impotencia sexual, y lo más eficaz para recuperar la pareja y atraer personas queridas, encontrar pareja, amarres y cualquier problema matrimonial. El tiene los espíritus mágicos más rápidos que existen y cualquier otra dificultad que tengas en el amor la soluciona inmediatamente con resultados al 100% garantizados de 3 a 7 días como máximo.
Yo no soy profesor.
Tampoco tengo poderes
Yo toco la kalimba, Yosike Molo.
Me había detenido junto a un coche que parecía que salía. Le pregunté si se iba y me dijo que sí. Entonces retrocedí un poco y le dejé salir.
Apenas terminó la maniobra, cuando el coche que iba detrás mío empezó a pitar. Yo no entendía a qué venía tanta prisa si, además, yo había llegado antes que él. Así que me bajé, me acerqué a su vehículo y le pregunté: ¿se encuentra usted bien, señor? El energúmeno saco la cabeza por la ventanilla y me gritó: lárgate de una vez, gilipollas.
El caso es que no me apetecía discutir. Monté en la bici y me largué.
Seguramente aquel hombre no era mala persona. Dicen que la gente al volante de un coche se vuelve agresiva. No lo sé. Lo que está visto es que la gente al manillar de una bicicleta somos mucho mejor personas.
Molando voy, molando vengo. Por el camino yo me entretengo.