13.1.06

Buscando aparcamiento



Me había detenido junto a un coche que parecía que salía. Le pregunté si se iba y me dijo que sí. Entonces retrocedí un poco y le dejé salir.

Apenas terminó la maniobra, cuando el coche que iba detrás mío empezó a pitar. Yo no entendía a qué venía tanta prisa si, además, yo había llegado antes que él. Así que me bajé, me acerqué a su vehículo y le pregunté: ¿se encuentra usted bien, señor? El energúmeno saco la cabeza por la ventanilla y me gritó: lárgate de una vez, gilipollas.

El caso es que no me apetecía discutir. Monté en la bici y me largué.

Seguramente aquel hombre no era mala persona. Dicen que la gente al volante de un coche se vuelve agresiva. No lo sé. Lo que está visto es que la gente al manillar de una bicicleta somos mucho mejor personas.

No hay comentarios: