9.7.07

e-Profeta

Llevo tiempo esperando una revelación. La espero en mis sueños, en los charcos, en los lunares de los pañuelos al trasluz y hasta en los establecimientos de revelados fotográficos.


Desconozco el tipo de profecía y la manera en que me será anunciada. No sé a qué deidad deberé el designio, ni a quién habré de comunicarlo.


Me atormenta la posibilidad de, llegado el momento, no saber interpretar el mensaje que, acaso, me haya sido revelado ya. Dudo, incluso, si podré ver cumplido el pronóstico que, sin duda, cambiará el curso de las cosas.


Mientras tanto, no puedo más que esperar impaciente el llamamiento, observando cuidadosamente los acontecimientos y aprendiendo a usar el PowerPoint para realizar una bonita presentación de lo venidero.

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