11.7.07

Escucha



El otro día fuí a comprar el último álbum de Björk. El dependiente de la tienda me explicó que había dos formatos: el cd "normal" y la edición especial 5.1. Evidentemente, el segundo formato salía más caro.



Le pregunté que si merecía la pena comprar la edición especial, a lo que él me contestó que eso dependía de mi equipo de sonido. Lo pensé y finalmente me llevé el cd "normal". Al fin y al cabo, le dije, sólo tengo dos oídos.



Hoy he descubierto, curioseando por la red, algo que confirma mi teoría. Se trata de una técnica de grabación que, con sólo dos micrófonos y un algoritmo llamado Cétera, se puede conseguir una sensación sonora tridimensional tan lograda o incluso mejor que el 5.1.

Si no me crees, ponte los auriculares y escucha el siguiente fragmento:



9.7.07

e-Profeta

Llevo tiempo esperando una revelación. La espero en mis sueños, en los charcos, en los lunares de los pañuelos al trasluz y hasta en los establecimientos de revelados fotográficos.


Desconozco el tipo de profecía y la manera en que me será anunciada. No sé a qué deidad deberé el designio, ni a quién habré de comunicarlo.


Me atormenta la posibilidad de, llegado el momento, no saber interpretar el mensaje que, acaso, me haya sido revelado ya. Dudo, incluso, si podré ver cumplido el pronóstico que, sin duda, cambiará el curso de las cosas.


Mientras tanto, no puedo más que esperar impaciente el llamamiento, observando cuidadosamente los acontecimientos y aprendiendo a usar el PowerPoint para realizar una bonita presentación de lo venidero.

28.6.07

La vaca que mola

La vaca que mola
no es de donde nace,
sino de donde le pace.

22.6.07

El regalo de Silvia

El cumpleaños de Silvia había sido hace dos días. Pensé en hacerle un regalo, aunque con cierto retraso y más aún tratándose de mi novia. Aprovechando que yo ese lunes comenzaba la jornada de verano y que ahora saldría de trabajar a las cuatro, decidí darme una vuelta por las tiendas de la calle Fuencarral. Merodeando por las calles aledañas me llamó la atención una tiendecita, oscura y recóndita, por su aspecto entre café italo-brasileño y almacén argentino de antigüedades. Así que me decidí a entrar con la esperanza de encontrar una tumbona de bambú de la época colonial, una sopera de porcelana de Staffordshire o algo parecido. Nada más lejos. Se trataba de una boutique, más bien moderna y recién inaugurada, de juguetes eróticos. Una especie de sexshop descafeinado, con nombre de una tal madame que no consigo recordar.

La tienda no era muy grande. Aún así la dependienta se ofreció a darme una vuelta por la galería explicándome que era cada cosa: lencería de fantasía, cosmética comestible, lubricantes afrodisíacos, vibradores de diseño de hasta 27 velocidades... y así una bonita colección de artículos de lujo lujuriosos a precios preciosos. Incluso me invitó a untarme una muestra de ungüentos mágicos que estimulaban mi piel al contacto con las ondas del hilo de terciopelo musical de su establecimiento.

Interesante - le dije al terminar el tour - me ha parecido muy interesante, pero creo que no es el tipo de regalo que estoy buscando. Ella, que era una buena vendedora, después de haberme puesto medio cachondo con las explicaciones y consejos de uso de cada producto, no se conformó con mi decisión y me preguntó que para quién era el regalo. Yo no quería dejarla a medias, pero tampoco quería entretenerme más en aquella tienda. Así que pensé que mejor no decir que el regalo era para mi novia. Para mi abuela - le dije - es un regalo para mi abuela.

16.5.07

Pensamiento acrobático

Lo inteligente no es resolver problemas,
sino plantearnos metas molonas.

3.1.07

S.M.R.M.

Qué difícil es regalar,
cuando se ven los precios.

Melchor, Gaspar y Baltasar,
yo también quiero ser mago.

22.12.06

Felices Fiestas



Mi nombre es Molo, Yosike Molo.

15.12.06

Huelga - desayuno

La segunda jornada de la huelga-desayuno,
iniciada ayer por los trabajadores de hostelería,


se ha saldado
con cincuenta detenidos
y dos policías heridos

tras los enfrentamientos
entre los antidisturbios
y algunos camareros que arrojaron magdalenas mojadas en café a las fuerzas del orden.

11.12.06

Kasime Molo

Hay días que molo mucho
y otros que no molo tanto.

Días que me molo bastante
y creo que le molo a todos
y días que no molo a nadie
porque ni a mi mismo me molo.

Me molaría molarme siempre
y molar a todos todos los días
porque los días que no me molo
a mi no me molan nada.